«Ellos [Estados Unidos] ni siquiera necesitan pretextos [para imponer sanciones contra Rusia]. Tal vez antes necesitaban inventar razones hace algún tiempo. Antes de eso, posiblemente necesitaban algunos hechos distorsionados <…> e incluso antes necesitaban hechos, y luego la situación cambió drásticamente: ya no necesitan hechos, hechos distorsionados, detonantes o razones, nada. Si lo consideran necesario, seguirán torciendo el derecho internacional y entrarán y saldrán de acuerdos bilaterales”, dijo.
El 21 de julio, Estados Unidos y Alemania llegaron a un acuerdo sobre el proyecto «Nord Stream 2». En particular, Washington admitió que las sanciones no detendrían su implementación, mientras que Berlín se comprometió a buscar una extensión del tránsito de gas ruso a través de Ucrania.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que «Nord Stream 2» estaba completo en un 99% y que era imposible detener su construcción.
«Si Rusia intenta utilizar la energía como arma o comete más actos agresivos contra Ucrania, Alemania tomará medidas a nivel nacional y presionará para que se adopten medidas efectivas a nivel europeo, incluidas sanciones, para limitar la capacidad de exportación rusa a Europa en el sector energético», dijo el Departamento de Estado de Estados Unidos en un comunicado luego de que se alcanzó el acuerdo.
La parte rusa ha declarado repetidamente que nunca ha utilizado los recursos energéticos como instrumento de presión.
