En declaraciones ofrecidas durante el primer seminario de comandantes militares y oficiales políticos de todas las unidades del Ejército norcoreano, celebrado entre el 24 y el 27 de julio, Kim Jong-un, líder del país, acusó a las “fuerzas hostiles” de intensificar los “ejercicios de guerra frenéticos y persistentes en la agresión”.
“En la actualidad, las fuerzas hostiles siguen reforzando sistemáticamente sus capacidades para realizar un ataque preventivo contra la RPDC [República Popular Democrática de Corea] y aumentando el armamento, mientras que intensifican todo tipo de ejercicios de guerra frenéticos y persistentes en la agresión”
Kim puso de relieve que tal situación ha endurecido la “determinación y la voluntad de lucha” del Ejército Popular de Corea del Norte [KPA, por sus siglas en inglés] para erradicar la causa raíz del “ciclo maligno” de las tensiones crecientes.
En este sentido, el líder norcoreano hizo un llamado a todos los cuadros militares y políticos a que realicen los “mayores esfuerzos” para incrementar la “eficiencia de combate” de sus unidades. Además, instó a los soldados a dedicar sus vidas a proteger al “pueblo y las propiedades” norcoreanos.