Iñaki Bilbao, conocido como ‘Txikito’, el preso político que más tiempo lleva en prisión en toda Europa (37 años en la cárcel), ha comenzado una nueva huelga de hambre y de comunicación desde la prisión de Topas, en Salamanca. Según ha manifestado el preso esta huelga de hambre es la continuación de la que llevó a cabo el año pasado durante más de dos meses, entre septiembre y noviembre. Sus reivindicaciones, al igual que en la huelga anterior, son la independencia y el socialismo para Euskal Herria.
A principios de julio el Ministerio del interior español hizo pública una nota de prensa donde anunciaba el traslado de 7 presos políticos vascos dentro de esa política de “acercamiento” que está vendiendo el mal llamado “gobierno progresista”, entre ellos estaba Txikito.
Según han relatado a La Haine fuentes cercanas al preso político vasco, el 12 de julio Txikito junto con otros tres presos políticos vascos (Jesús María Echevarría Garaicoechea, Daniel Pastor Alonso y Oscar Barreras Díaz) salieron de la prisión de Puerto III, en Cádiz, para ser trasladados a otros centros de exterminio. El traslado duró 8 días, de Puerto III fueron a Málaga I, de ahí a Málaga II, posteriormente fueron a Jaén, Granada y a Valdemoro, y de ahí el 20 de julio, ocho días después, llegó a la prisión de Topas, en Salamanca.
Tras pasar un día en ingresos de la prisión, es llevado a un módulo en el que se encuentran otros tres presos políticos vascos. El 25 de julio Txikito recibe una visita, donde comenta a sus allegados que se encuentra bien, si bien manifiesta que en el módulo en que se encuentra, a parte de él y sus tres compañeros, el resto de reclusos “no está bien de la cabeza”. Lo que Txikito no sabía en aquel momento es que le habían trasladado a un módulo psiquiátrico de la prisión.
Días después, en la siguiente llamada a su entorno cercano, Txikito alerta de que los funcionarios quieren obligarle a ir a la piscina de la prisión, a lo que el se niega. Ante su negativa, los funcionarios le amenazan con llevarle a aislamiento. El día siguiente sus compañeros de módulo realizan una protesta negándose a ir a la piscina.
En la siguiente comunicación Txikito anuncia que va a cortar todas las comunicaciones y va a comenzar una nueva huelga de hambre, también se va a negar a ir al médico, ya que tenía pendiente una importante cita médica. Al día siguiente, 6 de agosto, Txikito comienza la huelga de hambre y comunicación.
La última información recibida por sus allegados es que se encuentra en el módulo de enfermería de la prisión. El entorno cercano del preso denuncia que, pese a la “política de acercamiento” que está vendiendo el gobierno, las cárceles siguen siendo centros de exterminio para los presos políticos. Además, según manifiestan sus allegados a La Haine, Txikito rechaza el protagonismo de esta huelga y llama a la gente a movilizarse no por él, sino por las reivindicaciones de su lucha: Independencia y socialismo para Euskal Herria.
Así las cosas, el preso político más antiguo de Europa cumple ya una semana en huelga de hambre y comunicación.