Ra Guk Chol.— Recientemente, un noticiero extranjero informó sobre la situación miserable de las personas sin techo en Tokio, Japón.
Según la noticia, el gobierno nipón expulsó cientos de personas sin techo que vivían en Tokio a los suburbios.
El gobierno nipón también bloqueó la entrada al parque donde los sin techo vivían e iluminaron el parque toda la noche para que las personas sin casa no pudieran dormir. El gobierno también desalojó todas sus tiendas de campaña que estaban instaladas cerca de la estación de ferrocarril.
Los sin techo que fueron expulsados a la fuerza gritaron “Las autoridades no tienen ojos para nosotros.”, “Ellos sólo quieren que desaparezcamos.”, “Las autoridades son injustas e inhumanas.”
En Japón, muchas personas sin techo y trabajo abandonadas por la sociedad se ganan la vida vagabundeando por todas partes, y los jóvenes y niños sin dinero que perdieron los sueños del estudio están deambulando en el abismo de las desesperaciones, depravaciones y crímenes.
En las sociedades capitalistas, las amplias masas trabajadoras, no pudiendo soportar más la gran presión de explotación, opresión y carencia de derechos, se lanzan a las calles casi todos los días y hacen manifestaciones en demanda del derecho a la vida.
Al contrario, en nuestro país, las personas comunes reciben las viviendas del Estado gratuitamente y están gozando a plenitud de los beneficios de la asistencia médica gratuita y educación gratuita.
Las viviendas para el pueblo han sido construidas ininterrumpidamente por décadas desde el período posbélico en que sólo había cenizas y solamente en los años recientes la Avenida Changjon, la Avenida de Científicos Mirae, la Avenida Ryomyong y otras avenidas modernas y viviendas han sido construidas como brotes de bambú después de la lluvia.
Hoy día, en la ciudad de Pyongyang la construcción de 10 mil viviendas se acelera en la etapa de terminación y en la zona Komdok y otras ciudades locales se están construyendo las viviendas con características locales.
El sistema general de asistencia médica gratuita empezó a aplicarse hace mucho tiempo en las llamas de la ardua guerra y el sistema de salud pública socialista de nuestro país ha sido desarrollado como el mejor en que el Estado protege y promueve con total responsabilidad la vida y salud del pueblo para que goce de una vida independiente y creativa.
El sistema de educación obligatoria que se inició con la educación primaria obligatoria general en 1956 se desarrolló como el sistema de educación obligatoria general de 11 años en la década de 1970 y ha sido perfeccionada como el sistema de educación obligatoria general de 12 años en el nuevo siglo posibilitando que las nuevas generaciones estudien cuanto quieran gratuitamente. Y gracias a los institutos superiores fabriles, de granja y online que se han construido en todos los lugares todas las personas estudian trabajando.
Las políticas sociales que son aplicadas en nuestro país son ejemplos directos que demuestran vívidamente la superioridad del socialismo coreano centrado en el pueblo que considera el pueblo como los seres más valiosos del mundo y hace total servicio al pueblo.
Es por eso que muchos extranjeros que presenciaron la realidad de nuestro país elogian con entusiasmo unánimemente que la República Popular Democrática de Corea es la cuna de la vida y fuente de felicidad donde los verdaderos derechos humanos están garantizados y la sociedad ideal de la humanidad.
*Ra Guk Chol – Investigador del Instituto de Estudio sobre Japón del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Popular Democrática de Corea