Al menos 12 civiles, incluyendo 6 niños, murieron el pasado domingo tras el ataque aéreo de EE.UU. contra un coche bomba del Estado Islámico en Kabul. Un familiar de algunos de los fallecidos detalló que nueve víctimas —junto con los seis menores de edad— eran miembros de una familia, y que su integrante más pequeña perdió la vida a los dos años.