Occidente busca aumentar su influencia en otros países y frenar su desarrollo. Así lo ha afirmado el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov. Señaló que se intensifican los intentos de interferir en las futuras elecciones parlamentarias en el país. El canciller denunció que varios gobiernos europeos pretenden imponer ideas antirrusas a otros países y subrayó que solo los ciudadanos rusos son los que pueden decidir sobre el futuro de su nación.