Europa menciona a menudo la “independencia estratégica” con respecto a la crisis afgana generada por los EE.UU.
Hasta hoy día Europa siguió de modo activo a los EE.UU. hablando en tal y cual sentido sobre las relaciones estratégicas con los EE.UU. y la concepción común sobre el valor.
Sin embargo, la situación afgana creada recientemente comprobó que EE.UU. abandona sin vacilación alguna hasta a los países aliados por sus propios intereses.
En medio de que el presidente checo criticó los actos traicioneros de EE.UU. con respecto a la crisis de Afganistán y que el Alto Representante de los Asuntos Exteriores y la Política de Seguridad de la Unión Europea expresó los disgustos diciendo que la crisis afgana constituye un desastre para el valor, la confianza y las relaciones internacionales del occidente el ex primer ministro de Gran Bretaña recalcó que esta crisis se debe a la costumbre de la Unión Europea que cree que todo iría bien si sigue a EE.UU.
Las prensas europeas y los especialistas, diciendo que se incrementan las preocupaciones de los europeos de que a causa de la política de los EE.UU. que menosprecian a los países aliados y antepone sus intereses Europa podrá sufrir grandes desgracias, comentan que la crisis afgana servirá de un motivo para fomentar aún más la independencia de Europa.
Recientemente entre los altos políticos de la Unión Europea se elevan súbitamente las voces que plantean la necesidad de buscar las lecciones de la crisis afgana e intensificar la propia capacidad militar y la independencia estratégica.
El ministro de Defensa de Alemania, en la Reunión de Ministros de Defensa de los Países de la Unión Europea, dijo que a través de la crisis de Afganistán la Unión Europea aprendió la necesidad del autofortalecimiento sin dependencia de la OTAN y EE.UU. Como insinúan sus palabras parece que en esta ocasión Europa se despertó de verdad.
