El 8 de octubre del 86 de la era Juche (1997), el Dirigente Kim Jong Il fue elegido como Secretario General del Partido del Trabajo de Corea.
Gracias a este acontecimiento, el PTC pudo llevar adelante la causa socialista sin desviación alguna ante las dificultades y pruebas múltiples causadas por las maniobras de aplastamiento anti-RPDC de las fuerzas aliadas imperialistas.
El Dirigente creó el modelo mundial de la construcción del partido de la época de la independencia.
Estados Unidos se empeñó con frenesí en estrangular a Corea intensificando más que nunca la ofensiva militar contra este país y a la vez ejerciendo de modo tenaz presiones sobre todos los dominios político, económico, ideo-cultural y diplomático. Para colmo de males, las sucesivas catastróficas calamidades naturales le causaron a Corea la escasez de alimentos, combustibles y energías, por lo cual su población se vio obligada a emprender la Marcha Penosa y la forzada.
Dado que se debía construir el socialismo en medio de la amenaza militar y el asedio por parte del imperialismo, Kim Jong Il tomó la política de Songun como la principal modalidad política. Definió al Ejército Popular como fuerza medular de la revolución e hizo que el ejército, siendo el ejemplar en todas las labores, abriera brecha para la construcción de la economía socialista.
Los militares, aun en condiciones difíciles, levantando en alto las consignas “¡Encarguémonos tanto de la defensa de la patria como de la construcción socialista!” y “¡Si el Partido decide, lo cumplimos!”, lograron ascensos en la edificación de grandes monumentos como principales centrales hidráulicas y el acondicionamiento de tierra cultivable, mientras se encargaron de importantes sectores de la economía nacional en aras de la prosperidad de la patria y el bienestar del pueblo.
Con su perspicacia ideológica y teórica excepcional, dio a los pueblos progresistas del mundo aspirantes al socialismo la guía programática de la construcción y actividades del partido revolucionario.
Su obra maestra «Problemas esenciales de la construcción del Partido revolucionario«, publicada en octubre de 1992, da claras respuestas a los problemas para construir el partido, Estado Mayor de la revolución, y elevar su papel directivo.
La obra dilucida los principios principales de la construcción del partido revolucionario y los remedios para el respecto, entre otros, el problema de asegurar la identificación de la idea y dirección en el partido, el de fortalecer la unidad y cohesión del partido y el de realizar la dirección del partido sobre la revolución y la construcción.
Además, el líder antecesor publicó las obras «Lecciones históricas de la construcción socialista y la línea general de nuestro Partido«, «La difamación del socialismo no será tolerada«, «El socialismo es ciencia«, etc. que sirven de bandera de lucha para los partidos y pueblos progresistas del mundo.
Además, el Dirigente condujo para que todos los partidos revolucionarios del mundo se unieran y lucharan con el programa común de lucha.
Fue aprobada en abril de 1992 la Declaración de Pyongyang que presenta los principios, tareas y remedios para defender y llevar adelante la causa socialista, hecho que anunció la nueva partida del movimiento socialista mundial.
El documento aludido con más de 300 firmantes da golpe demoledor a la campaña antisocialista de los imperialistas y estimula la lucha de los pueblos revolucionarios por la restauración del socialismo.
