En una rueda de prensa celebrada el miércoles en Kabul (la capital afgana), Muyahid dijo que cerca de 600 personas, entre ellas mujeres, han sido arrestadas por sus nexos con el grupo terrorista Daesh, desde que los talibanes tomaran el control del país a mediados de agosto.
Agregó que las fuerzas de Talibán realizan continuos operativos para detener a los elementos de Daesh. Sin embargo, adujo que los miembros de este grupo takfirí “no son muchos en Afganistán porque no cuentan con el apoyo del pueblo”.
De acuerdo con el vocero talibán, a diferencia de lo que ocurre con Daesh en la región de Asia Occidental, la rama afgana de este grupo extremista está integrada principalmente por combatientes locales y su presencia en Afganistán no constituye una amenaza para otros países.
La vertiente de Daesh en Afganistán, que se ha dado a conocer como un enemigo jurado de los talibanes, apareció en el este del país asiático a finales de 2014 y rápidamente estableció una reputación de brutalidad extrema.
Expertos en extremismo takfirí en la zona aseguran que esta filial fue fundada por elementos de línea dura de los talibanes paquistaníes que huyeron a Afganistán cuando las fuerzas de Paquistán los reprimieron.
Inicialmente, el movimiento extremista estuvo confinado en un pequeño número de áreas en la frontera con Paquistán, pero luego estableció un segundo frente importante en las provincias afganas del norte, incluidas Jawzjan y Faryab.
Esta filial del grupo takfirí se ha enfrentado tanto a Talibán como a las fuerzas del Gobierno del expresidente Ashraf Qani, que huyó del país el día que los talibanes entraron en Kabul.
Desde la llegada al poder de Talibán en Afganistán, la rama afgana de Daesh ha realizado numerosos atentados contra mezquitas provocando la muerte de decenas de civiles y sembrando el terror.
Cabe indicar que el colapso de Afganistán ocurrió poco después de que comenzara la fase final de la retirada de las fuerzas de EE.UU., que a la cabeza de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), invadió el territorio afgano en 2001, so pretexto de luchar contra el terrorismo, deponer al grupo armado Talibán y dar respaldo técnico al Ejército del país centroasiático.