Nueva York, 30 nov (SANA).— Siria afirmó hoy que convertir a Medio Oriente en una región libre de las armas de destrucción masiva requiere obligar a “Israel” a adherirse al Tratado de No Proliferación y someter todas sus instalaciones a las salvaguardias del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
El delegado permanente de Siria ante las Naciones Unidas, Bassam Sabbagh, afirmó en una declaración leída ante la segunda sesión de la Conferencia sobre establecimiento de una zona libre de armas nucleares y otras armas de destrucción masiva en Medio Oriente, que Siria considera la creación de zonas libres de armas nucleares y de destrucción masiva un paso positivo y una contribución eficaz hacia el logro de los objetivos de no proliferación y desarme, y un elemento clave para la creación de un mundo seguro y estable.
Sabbagh señaló que Siria fue uno de los primeros países que se adhirieron al Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares en 1969, y firmó la Convención sobre Prevención del Desarrollo, Producción y Almacenamiento de Armas Biológicas en 1972, y en 2013 se adhirió a la Convención sobre Prohibición de Armas Químicas.
Consideró que la liberación de Oriente Medio de todas las armas de destrucción masiva es una medida importante que contribuye seriamente al mantenimiento de la paz y la seguridad regionales e internacionales.
“En un momento en que todos los países de la región de Oriente Medio se adhirieron al Tratado de No Proliferación, “Israel” continúa su negativa a adherirse a ese tratado y a otros principales tratados y acuerdos relacionados con la Prohibición y No Proliferación de Armas de Destrucción Masiva, lo que convierte a este ente en la principal razón para socavar la eficacia del régimen de no proliferación en la región y el mundo”, denunció el diplomático.
Asimismo, explicó que el paraguas de protección proporcionado por los países occidentales, liderados por Estados Unidos, contribuyó a la posesión exclusiva de Israel y al desarrollo de armas de destrucción masiva en Medio Oriente, además del apoyo de esos países a desarrollar las armas nucleares, biológicas y químicas del ejército israelí, lo que convirtió a “Israel” en la principal fuente de amenaza para la paz y la seguridad en la región.