
Los datos sobre la pobreza muestran que existe una correlación entre la situación económica de los padres y el riesgo de ser pobre cuando los adolescentes llegan a la edad adulta. La probabilidad de que los adolescentes sean más pobres que sus padres varía de un país a otro.
Por ejemplo, en 2019 (el último año del que se dispone de información), la tasa de pobreza en España era del 23,0% entre los adultos de 25 a 59 años que crecieron en una situación económica pobre en su hogar cuando tenían 14 años.
España es el país con mayor riesgo de caer en la pobreza para quienes proceden de familias con una buena situación económica (16,6%), seguido de Letonia (16,0%) e Italia (15,9%). La República Checa (5,9%), Eslovaquia (7,9%) y Finlandia (8,5%) obtuvieron los mejores resultados en esta clasificación.
Por otro lado, España tiene el cuarto nivel más alto de pobreza «heredada» (30,0%). En esta calificación, el país es el segundo después de Bulgaria (40,1%), Rumanía (32,7%) e Italia (30,7%). La República Checa (10,2%), así como Dinamarca (10,3%) y Finlandia (10,5%), que son los países con más posibilidades de no ser pobre de adulto.