Durante meses Cédric Lemogne, jefe del departamento de psiquiatría del Hôtel-Dieu de París, analizó a unas 27.000 personas diagnosticadas de “covid persistente”. De ellas sólo 1.091 dieron positivo en las pruebas de coronavirus. El estudio se publicó el 8 de noviembre en la revista Journal of the American Medical Association (1).
Para entendernos: el 96 por cien de las 27.000 personas nunca tuvieron el coronavirus. El “covid persistente” es una enfermedad siquiátrica, puro histerismo.
Una propaganda obsesiva ha terminado por crear enfermos imaginarios. Si hay “enfermos asintomáticos” y “casos positivos”, es decir, enfermos que no están enfermos, también los hay que han enfermado de la cabeza sin necesidad de ningún virus.
El dato es muy significativo porque a la hora de configurar este tinglado al que llaman “covid”, revistas como EClininal Medicine ha reunido más de 200 síntomas diferentes (2) con el fin de inflar las cifras de enfermos. En la misma línea la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia elaboró un listado parecido con el mismo número de síntomas de “covid persistente” (3). Cuantos más síntomas, mayor número de enfermos. Sin embargo, una enfermedad con 200 síntomas no es una enfermedad sino un gazpacho con demasiados ingrediantes.
La OMS ha incluido al “covid persistente” entre las enfermedades de nueva creación. La jefa de gestión clínica de la OMS, Janet Díaz, afirma que aparece entre los “infectados”, a pesar de que el estudio de Lemogne demuestra que eso es falso.
Uno de los síntomas atribuidos por la televisión al “covid” es la pérdida del olfato y el gusto, una enfermedad muy antigua, anterior a la esta pandemia y que tiene muy diversos orígenes, incluso los sicopatológicos.
Lo mismo ocurre con los demás síntomas del “covid persistente”, de origen mental: fatiga, síntomas respiratorios, neuralgia, problemas de piel, problemas oculares, problemas digestivos, etc.
Al listado se le podrían añadir las demás consecuencias de la histeria, especialmente el aumento de las enfermedades sicológicas, depresiones y suicidios, cuyo origen no están en ningún virus sino en un consumo excesivo de televisión durante el confinamiento.
(1) https://jamanetwork.com/journals/jamainternalmedicine/fullarticle/2785832
(2) https://www.thelancet.com/journals/eclinm/article/PIIS2589-5370(21)00299-6/fulltext
(3) https://www.lasexta.com/noticias/nacional/esta-lista-201-sintomas-covid-persistente-registrados-ahora_2021051960a5624402a59100014660fd.html
Por supuesto . Los laboratorios necesitan enfermes crónicos. Cómo van a sobrevivir con personas sanas…?