El analista ruso Alexandr Jrolenko, en una entrevista concedida este martes a la agencia de noticias rusa Sputnik, ha precisado este martes que los S-400 rusos son conocidos por su alcance de hasta 400 km y su capacidad de interceptar objetivos hipersónicos y golpear hasta 80 objetivos aéreos simultáneamente.
En esta misma línea, Jrolenko ha dejado claro que Bielorrusia no supone amenaza alguna para nadie, pero los sistemas de defensa S-400 no permitirán a los “socios” hablar con el país desde una posición de fuerza y dictar sus condiciones.
El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, enfatizó la semana pasada que su país necesita los sistemas antiaéreos rusos, S-400 y S-500, para aumentar el poderío defensivo contra un ataque con misiles.
Lukashenko subrayó que Minsk está listo para la entrega de los sistemas antiaéreos rusos, pero el presidente ruso, Vladimir Putin, es quién debe tomar esta medida para ayudar a Bielorrusia a defenderse de forma eficaz ante las amenazas.
El Occidente ha abierto frentes contra Bielorrusia desde las elecciones presidenciales de agosto 2020 en las que Lukashenko obtuvo el 80,1 % de los votos.
Además, Bielorrusia y el Occidente también están en su peor momento de sus relaciones. Desde el Occidente acusan a Minsk de impulsar una crisis migratoria en su frontera con Polonia con fines políticos, sin importar poner en peligro la vida de miles de personas que se encuentran en pésimas condiciones en la frontera bielorrusa-polaca con la esperanza de entrar en Europa.
Por otro lado, las autoridades bielorrusas han rechazado en repetidas ocasiones tales acusaciones y han denunciado el despliegue militar cerca de sus zonas fronterizas, encabezado por las tropas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), alianza militar bajo liderazgo de EE.UU.