Hosein Amir Abdolahian ha hecho un llamado urgente a la comunidad internacional para que cubra las necesidades humanitarias del pueblo afgano al arribar este domingo en Islamabad, la capital de Paquistán, para participar en la reunión extraordinaria de los cancilleres de los países miembros de la Organización de Cooperación Islámica (OCI).
“Esta cumbre debería tener un mensaje importante para el pueblo afgano, y esto es que los afganos deberían ser apoyados por la comunidad internacional ante la inminente llegada de la temporada invernal y mientras sufren momentos difíciles, por lo que deben recibir alivio humanitario de manera urgente”, ha subrayado.
El máximo diplomático persa ha dicho que unos 5000 desplazados afganos se ven obligados a huir a diario rumbo a las fronteras con la República Islámica de Irán o los países vecinos y ha advertido que esa situación puede llevar a una “catástrofe humanitaria” en Afganistán, con consecuencias desastrosas para toda la región.
Ha avisado que un Afganistán inseguro tendrá consecuencias graves para toda la zona y puesto de relieve que la formación de un gobierno inclusivo es la solución para la crisis que azota el país devastado por guerra.
Un Afganistán seguro requiere de un gobierno inclusivo con la participación de representantes de todos los grupos étnicos, religiosos y políticos de la sociedad, ha asegurado Amir Abdolahian, reiterando el compromiso de la República Islámica con promover los esfuerzos para encontrar una solución política para la crisis en este país.
Afganistán vive uno de los peores momentos de su historia desde la salida irresponsable de las fuerzas de EE.UU., a la cabeza de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y la consecuente toma del poder por los talibanes a mediados de agosto pasado.
La OTAN invadió el país centroasiático en 2001, so pretexto de luchar contra el terrorismo, así como entrenar y equipar a las fuerzas de seguridad locales, no obstante, esto no trajo nada más que destrucción y pobreza para esta nación asiática. Las autoridades occidentales admiten que la intervención militar extranjera en Afganistán ha sido inútil y un total fiasco.