Los trabajadores canadienses en paro que se nieguen a vacunarse dejarán de recibir las prestaciones por desempleo mientras la preocupación por la salud pública siga siendo prioritaria, ha anunciado la ministra de Trabajo, Carla Qualtrough, que aparece en la foto de portada.
En la actualidad, más del 77 por ciento de la población canadiense está totalmente vacunada contra el coronavirus.
“Mientras la salud pública colectiva de los canadienses esté en peligro y nuestra economía también, debemos mantener la política de salud pública en primera línea de nuestras decisiones en materia de empleo, trabajo y economía”, dijo Qualtrough.
Esta disposición no se aplicará a quienes no puedan recibir la inyección por razones médicas.
El Partido Liberal, que gobierna en Canadá, se ha mostrado reacio a proporcionar ayuda federal a los trabajadores que pierdan su empleo o sus horas de trabajo por negarse a recibir la vacuna. Al dirigirse a los desempleados no vacunados, el gobierno pretende chantajear a los canadienses para que se inyecten la vacuna.
El confinamiento y las restricciones sanitarias adoptadas para contenerla han hecho que la tasa de desempleo de Canadá se dispare hasta un máximo histórico del 14 por ciento en mayo de 2020.
Sin embargo, el mes pasado, la tasa de desempleo cayó al 6 por cien en Canadá, 0,3 puntos porcentuales por encima del nivel registrado justo antes de que comenzara la pandemia en febrero de 2020.