La primera explosión ha tenido lugar en una carretera entre las provincias sureñas de Al-Muthanna y Dhi Qar cuando un convoy militar de EE.UU. se dirigía hacia alguna base con el fin de proveer de suministros logísticos a las fuerza estadounidenses. La segunda deflagración ha ocurrido en la zona de Al-Yousafiyah, en la provincia central de Bagdad. En ambos casos nadie resultó herido.
Con la misma modalidad, un tercer convoy militar de EE.UU. ha sido blanco de un ataque con bomba colocada al costado de una carretera en la provincia oriental de Salah al-Din. No hay informes de muertos o heridos tras la explosión, pero el ataque ha causado daños a la vía y al equipo militar de EE.UU.
El número de ataques contra las instalaciones militares y diplomáticas del país norteamericano se ha disparado en los últimos meses, mientras la nación iraquí eleva cada vez más la voz para demandar la salida de las tropas de EE.UU. Asimismo, los grupos iraquíes advierten de que, si los estadounidenses se quedan en el país árabe, no descartan usar la opción militar para expulsarlas.
A pesar de que el premier de Irak, Mustafa al-Kazemi, y el presidente de EE.UU., Joe Biden, anunciaron el 26 de julio que Washington pondrá fin a su “misión de combate” en el país árabe a finales de año, todos los soldados estadounidenses no volverán a casa, pues un grupo permanecerá, bajo el supuesto de realizar una misión de “formación y asesoramiento”.
