Se trata de un nuevo episodio de brutalidad israelí contra los palestinos. Los militares del régimen ocupante arremetieron fuertemente contra una manifestación de beduinos en la aldea de Al-Atrash, en el desierto de Néguev, sur de los territorios ocupados palestinos. Los palestinos protestaban contra la plantación de árboles por parte de los colonos israelíes extremistas en tierras palestinas.
De hecho, los soldados israelíes irrumpieron en la aldea y demolieron unas tiendas de campaña instaladas por los residentes en el lugar. Además, utilizaron balas de goma y bombas de sonido para impedir el regreso de los palestinos a sus tierras. 11 palestinos han sido arrestados, incluidas tres mujeres. Además algunos resultaron heridos.
Los palestinos denunciaron que el régimen de Israel busca, con esta polémica plantación de árboles, consolidar la colonización y judaización del desierto de Néguev, y de este modo, eliminar poco a poco la identidad árabe y la presencia de los beduinos en la zona.
El conflicto sobre los árboles plantados en el Néguev, donde viven pueblos beduinos no reconocidos por el régimen de Tel Aviv, ha dividido al actual ejecutivo y es capaz de generar una nueva crisis política. El ministro de Exteriores, Yair Lapid, pidió parar la plantación y reevaluar la situación, mientras que el partido Raam ha amenazado con no dar sus votos en el parlamento en señal de protesta. Ambos forman parte de la frágil coalición de ocho partidos del ejecutivo del primer ministro Naftali Bennett.