El presidente de Irán, Seyed Ebrahim Raisi, a la cabeza de una delegación, llegó el miércoles a Moscú, capital rusa, para reunirse con el mandatario de Rusia, Vladimir Putin, y varias otras autoridades de alto cargo del país euroasiático, así como ofrecer un discurso en la Duma rusa (Cámara Baja del Parlamento ruso).
Esta visita de Raisi se considera un punto de inflexión en las relaciones entre Teherán y Moscú, que ambos son blancos de las sanciones estadounidenses en los últimos años.
Durante las reuniones realizadas en la referida visita de dos días, las dos naciones se han opuesto a las ambiciones hegemónicas de Washington y se han caracterizado por una sensible mejora de sus nexos bilaterales, fomentada por una visión común sobre temas económicos, militares y nucleares con fines pacíficos.
La reunión entre los presidentes de Irán y Rusia se considera un hito simbólico e importante en los lazos de los dos Estados, especialmente ahora que ambos países observan el aumento de la confrontación con el Occidente. Además, brindará una buena oportunidad para fortalecer aún más las relaciones bilaterales Teherán-Moscú, tal y como subrayan varios expertos.