Dr. Cs. Elvis R. Rodríguez Rodríguez.— El principal dirigente de la Revolución de Octubre en Rusia y del primer Estado de obreros y campesinos en el mundo desde 1917 hasta 1924, había nacido en la ciudad rusa de Simbirsk, a orillas del río Volga, el 22 de abril de 1870, en el seno de una familia consagrada a la educación popular y la difusión de la cultura.
Este 21 de enero se cumplen 98 años de la desaparición física de Vladímir Ilich Ulianov, conocido internacionalmente como Lenin, uno de los hombres que junto a Carlos Marx y Federico Engels fundaron el cuerpo conceptual de la teoría de lo que en lo adelante se denominaría marxismo leninismo, que ha acompañado al movimiento revolucionario internacional y que a pesar de los procesos de crisis por los que ha tenido que atravesar en los últimos tres decenios, tras la desaparición del campo socialista europeo a finales de los ochenta del pasado siglo y la desintegración de la Unión Soviética en diciembre de 1991, aún mantiene vigencia.
Principal dirigente de la Revolución de Octubre en Rusia y del primer Estado de obreros y campesinos en el mundo desde 1917 hasta 1924, había nacido en la ciudad rusa de Simbirsk, a orillas del río Volga, el 22 de abril de 1870, en el seno de una familia consagrada a la educación popular y la difusión de la cultura.
Siendo un joven estudiante de derecho en la Universidad de Kazán, tras haber finalizado con los máximos honores sus estudios de bachillerato, un suceso lo marcó de por vida: la ejecución en la horca de su hermano mayor en 1887, culpado de haber participado en los preparativos de un atentado al Zar Alejandro III. Pronto fue expulsado de la casa de altos estudios por sus actividades antizaristas. Sin cesar en su empeño, examinó por la libre las asignaturas y se licenció en la Universidad de San Petersburgo, sin perder el vínculo con los círculos marxistas y el incipiente movimiento proletario de esta ciudad.
Dotado de gran talento analizó objetivamente la Rusia de entonces y la actividad de quienes ostentaban el poder o aspiraban a él. Escribe obras, denuncia los males de la sociedad, diseña vías posibles para una nueva sociedad. Por su participación en la Unión de Lucha por la Emancipación de la Clase Obrera fue detenido.
En diciembre de 1901 comenzó a firmar como Lenin, en lugar de su nombre o los seudónimos de K. Tulin o V. Ilin.
A los 30 años comienza su primer exilio en Suiza, donde logra la publicación de Iskra (La Chispa), periódico socialdemócrata de alcance nacional. En 1905 regresó a Rusia para incorporarse al proceso revolucionario popular que se desató luego del “Domingo Sangriento”, ocurrido en San Petersburgo el 22 de enero de ese año (9 de enero según el calendario Juliano entonces vigente en Rusia) cuando las fuerzas de la guardia imperial dispararon sobre una manifestación obrera pacífica liderada por el cura Gapón y en la que murieron cerca de doscientos manifestantes.
Tras la derrota de las masas populares se vio obligado a exilarse de nuevo. En esos años de auge de la reacción, reunió y reforzó las filas de los bolcheviques en su empeño por forjar un partido revolucionario marxista.
En abril de 1917 regresa a Rusia. La situación política había cambiado sustancialmente. El zarismo había sido derrotado por un amplio movimiento popular, en el país existía una dualidad de poderes, de un lado el Gobierno provisional burgués y, del otro, los soviets de obreros, campesinos y soldados organizados por toda la nación. La orden de arresto decretada contra Lenin lo conduce a continuar su actividad en la clandestinidad.
El 23 de octubre (día 10, según el calendario ruso de entonces), el Comité Central del Partido Bolchevique adopta su propuesta de insurrección. Una vez conquistado el poder, Lenin y los bolcheviques promulgaron tres decretos: el de la Tierra, que prescribía la propiedad terrateniente y entregaba la tierra a los campesinos; el de la Paz, mediante el cual Rusia salía de la guerra imperialista iniciada en 1914; y el de las Nacionalidades, por el cual se otorgaba a las antiguas naciones subyugadas por el zarismo la opción de la independencia o integrar la República Socialista Federativa Soviética de Rusia.
Su obra escrita sobrepasa los 50 tomos en los que aparecen discursos, mensajes, cartas, artículos y libros. Entre estos ocupan un lugar significativo El Estado y la Revolución; Tesis de abril;¿Qué Hacer?: problemas candentes de nuestro movimiento; Tareas inmediatas del poder soviético; El Imperialismo, fase superior del capitalismo; La enfermedad infantil del “izquierdismo” en el comunismo; Materialismo y empiriocriticismo; Un paso adelante, dos pasos atrás; El derecho de las naciones a la autodeterminación; El desarrollo del capitalismo en Rusia; Tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo; Dos tácticas de la socialdemocracia en la Revolución Democrática, por solo citar algunos ejemplos.
El 30 de agosto de 1918 fue objeto de un atentado ejecutado por Fanny Roid Kaplan, socialista moderada. El 21 de enero de 1924, a los 54 años, una hemorragia cerebral acabó con su vida. Su cadáver fue embalsamado y ubicado en un mausoleo en la Plaza Roja de Moscú, lugar donde se encuentra en la actualidad y acuden personas de todas partes del mundo para rendirle solemne homenaje.
En la obra de los que se oponen al capitalismo, en los que defienden la soberanía y la independencia de sus pueblos, en los que luchan contra el poder hegemónico del imperio y aspiran a un mundo mejor, Lenin Vive.
En los cubanos que transforman la sociedad en bien común, defienden con el corazón la obra conquistada y asumen como responsabilidad histórica la construcción de una sociedad libre, independiente y soberana, próspera y sostenible, como nos enseñaron Fidel y Raúl, y hoy damos continuidad en un escenario mucho más complejo, Lenin y sus ideas encuentran asiento seguro.
