En la filtrada respuesta confidencial de EE.UU. a las propuestas de Rusia en materia de seguridad «se evita el poder solucionar» las preocupaciones de Moscú «con unas bases serias y firmes», opina el historiador José Luis Orella. Según afirma, es un «congelar en el tiempo el problema» y un intento de «mantenerlo en las expectativas» de que los diplomáticos «puedan seguir manteniendo este tema a muy largo plazo», al mismo tiempo que el uso de la fuerza por EE.UU. genera desconfianza en el mundo.