Alexander Kots.— He pasado todo el día en el frente sur, en dirección a Volnovaja. Durante ocho años, se han construido fortificaciones en la ciudad de Volnovaja, que ahora es un lugar fuertemente fortificado. Y la RPD trata de sobrepasarla por diferentes lados y sin disparar artillería sobre la ciudad. Se sabe que, en la ciudad de Volnovaja, el batallón Aidar ha ordenado a los residentes bajar a los sótanos y ha tomado posiciones de tiro en los edificios residenciales y pisos. Y están bombardeando al ejército de la RPD.
El mortero y los misiles antitanque están colocados en tejados de edificios residenciales de Mariupol. Hoy he logrado visitar el liberado pueblo de Nikolaevka, que ha estado ocho años bajo control ucraniano. Estaba situado junto a la zona gris. Ahora la localidad está prácticamente en el frente y se libran batallas en sus alrededores entre el ejército de la RPD y las Fuerzas Armadas de Ucrania. Mientras estuvimos ahí, el pueblo fue bombardeado por las tropas ucranianas y ardió una vivienda.
Tengo que apuntar un detalle que me llama la atención: durante ocho años, mientras los ucranianos controlaron el pueblo, ni un solo edificio residencial fue destruido por la artillería de la RPD. Es decir, ni siquiera los tejados están destrozados aquí. Sin embargo, en cuanto los ucranianos la abandonaron y la ocupó la RPD, comenzaron a disparar contra ella artillería de gran calibre. Diferentes ciudades de la línea de demarcación también han sido sometidas al fuego de artillería. En cuanto abandonamos Nikolaevka hacia la Dokuchaevsk, también esta ciudad fue atacada. Escuchamos explosiones en diferentes partes de la ciudad, es decir, los ucranianos no han tirado la toalla aquí, continúan resistiendo, continúan atacando y continúan bombardeando asentamientos civiles. Puede que sea desesperación o impotencia, pero disparan proyectiles contra la población civil.
También he podido hablar con los residentes de Nikolaevka que he podido encontrar. Se refugian fundamentalmente en sótanos. Cuentan que no saben qué pasa en la guerra todavía, pero algunos dicen que llevan ocho años esperando ser liberados. Y que la vida ha sido dura para ellos en Ucrania. Aunque tampoco se quejan de los soldados estacionados allí, les alegra que la RPD les haya liberado finamente.
La realidad es que hace ocho años, estas personas, igual que el resto de la República, votó por la independencia en el referéndum. Ocupados, esperaron durante mucho tiempo para reunirse con su república, con sus familiares y amigos, porque la carretera hasta ellos estaba cortada. Avanzamos por esa carretera, que parece una imagen de una película postapocalíptica: completamente cubierta de hierba. Observamos que es uno de los postes de la luz hay una bandera de una de las unidades del Praviy Sektor, evidentemente ha habido unidades neonazis estacionadas aquí en algún momento.
