Al menos cinco personas fallecieron el lunes en el condado californiano de Sacramento como consecuencia de un tiroteo dentro de una iglesia.
Fuentes policiales indicaron que el autor de los hechos fue un padre que disparó hasta matar a sus tres hijos antes de suicidarse con la misma arma.
El sargento de policía de Sacramento, Rod Grassmann, agregó que en el siniestro había muerto una «quinta persona» sin precisar si tenía una conexión con las demás víctimas.
El tiroteo ocurrió en torno a las 17.00 hora local, cuando un trabajador de la iglesia escuchó las detonaciones provenientes del interior del templo religioso ubicado en la ciudad de Arden, perteneciente al condado de Sacramento.
«Otro acto sin sentido de violencia armada en EE.UU.», escribió en Twitter Galvin Newsom, gobernador de California. «Nuestros corazones están con las víctimas, sus familias y sus comunidades», añadió, detallando que están trabajando en estrecha colaboración con la policía local.
Las autoridades policiales pidieron a los vecinos que eviten circular por la zona, que se encuentra acordonada, mientras se llevan a cabo las investigaciones pertinentes.
Los tiroteos, particularmente en escuelas, centros comerciales o lugares de culto, son recurrentes en EE.UU. que los sucesivos gobiernos no han podido detener, en particular debido a las disposiciones de la Constitución que protegen el derecho de los ciudadanos estadounidenses a portar un arma.
Según el sitio web Gun Violence Archive, la violencia armada ha aumentado desde el inicio de la pandemia en el país, dejando más de 44.000 personas muertas por esa causa en el 2021.
