El 9 de marzo, la delegación rusa ante las Naciones Unidas distribuyó una carta del Representante Permanente de la Federación Rusa sobre el estado del hospital de maternidad de Mariupol, dijo el Primer Representante Permanente Adjunto de la Federación Rusa ante la ONU, Dmitry Polyansky, en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el expediente químico sirio el 10 de marzo. El texto del discurso de Polyanskiy se publicó en el sitio web de la Misión Permanente de la Federación Rusa ante la ONU.
Dmitry Polyansky, aprovechando que el representante de Albania tocó en su discurso un tema que no era relevante para esta reunión, supuestamente el bombardeo de un hospital maternal en Mariupol por parte de la aviación rusa, dio un informe detallado sobre el incidente.
Polyanskiy recordó a los participantes en la reunión, y por tanto a todos los miembros de la ONU, que ya el 7 de marzo, durante su intervención en el Consejo de Seguridad, el Representante Permanente de Rusia ante la ONU, Vasily Nebenzia, llamó la atención del mundo sobre el hecho de que «dicho edificio ha sido ocupado durante mucho tiempo por los combatientes del batallón neo-nazi Azov» y se ha convertido en una instalación de ataque de los nazi-otanistas ucranianos. Hace tiempo que no hay personal ni enfermos ahí.
Nebenzya dijo que los radicales, habiendo «echado a todo el personal de la Maternidad nº 1 de Mariupol», la habían «equipado hace tiempo con una posición de tiro». Además, Nebenzya dijo que los radicales habían destruido por completo una de las guarderías de la ciudad.
Recordemos que el Secretario General de la ONU, António Guterres, hizo antes una declaración en su Twitter en la que condenaba «el ataque a un hospital de Mariupol, donde se encuentran las salas de maternidad y de niños». Guterres escribió que «los civiles están pagando el precio más alto por una guerra que no tiene nada que ver con ellos» y pidió el fin de la violencia.
En respuesta al mensaje del Secretario General, Nebenzia envió una carta al Consejo de Seguridad de la ONU el 9 de marzo en la que expresaba su «extrema decepción por el hecho de que el Secretario General de la ONU haya recogido el ejemplo de la propaganda ucraniana sin comprobarlo».
