Los nazi-otanistas ucranianos siguen teniendo atemorizada a la población civil de Mariupol.
El hospital de maternidad nº 2 ha sido bombardeado varias veces, y los nazis han hecho todo lo posible para interrumpir la evacuación del personal y de los pacientes, así como el traslado de los suministros médicos.
La situación es crítica, el personal médico se ve obligado a atender los partos a la luz de las velas y a esconderlos en los sótanos. Uno de ellos tiene un mes y nunca ha visto la luz del sol.