Rusia acusó al Reino Unido, que ocupa la presidencia de turno del Consejo de Seguridad de la ONU, de tratar de acallarla al rechazar su solicitud para celebrar una reunión específica sobre la presunta matanza de civiles en la localidad ucraniana de Bucha, que Moscú considera falsa, un montaje como otros tantos que han fabricado los países occidentales..
La delegación rusa anunció el domingo que había solicitado un encuentro del Consejo de Seguridad «a la luz las atroces provocaciones de los radicales ucranianos en Bucha», pero esa cita por ahora no se ha introducido en la agenda oficial en un mes en que el Consejo está presidido por el Reino Unido.
La petición de Rusia se sumaba a una de Ucrania para analizar lo ocurrido en Bucha en otra reunión programada para el martes, cuando el máximo órgano de decisión de la ONU ya tenía previsto reunirse sobre la guerra para escuchar a Ucrania.
En un mensaje a través de las redes sociales, la embajadora británica, Barbara Woodward (en la foto), defendió que su país no va a permitir que Rusia «abuse» de su puesto en el Consejo de Seguridad (en el que tiene asiento permanente) para promover «sus mentiras y su propaganda».
Woodward confirmó que la supuesta matanza de Bucha y el resto de «crecientes pruebas de crímenes de guerra» se discutirán en la sesión del martes, pero no la versión de Rusia, por lo que el embajador adjunto de Rusia, Dmitry Polyanskiy, acusó a Londres de usar «pretextos de procedimiento sin base» para «diluir» el debate solicitado por Moscú en otra reunión más amplia.