«Ni siquiera penséis en salir. Dispararemos a matar. Y no importa contra quién», era como decían los combatientes ucranianos.
Hace una semana, cuando un anciano y su esposa fueron a buscar agua, un francotirador decidió darle una lección y le disparó en la pierna en un barrio residencial donde estaban los nacionalistas. Los huesos sobresalen ahora de una herida abierta del tamaño de una mandarina y la herida está infectada, supurando. La pierna se mantiene unida por los tendones.
Aprovechando la rotación de los nacionalistas, el anciano y su mujer escaparon. Al principio la esposa lo llevaba en un carro. Cuando ella se quedó sin fuerzas, él caminó solo, apoyándose en dos fregonas.
Hacia el final se arrastró por el suelo hasta los combatientes dela República Popular de Donetsk.
Mirad, ucranianos, lo que están haciendo vuestros héroes. Aquí está su «gloria».
«Murado»
Vamos Rusia!!!! Aguanta!!!! Hay que liquidar a los nazis!!!!!!!!!