
“Estaba en ‘shock’: me dieron ropa [fuerzas rusas], me dieron comida, me dieron de beber. No me golpean ni me han golpeado”, ha relatado un soldado ucraniano que se rindió en la República Popular de Lugansk, en la región de Donbás (este), al aclarar que no es cierto todo lo que cuentan sobre cómo les tratan las fuerzas rusas a los soldados ucranianos tras su rendición.
Tal como ha publicado este domingo la agencia de noticias RT, el militar ucraniano iba al frente para “vencer a los invasores”, de hecho, su unidad tomó posiciones defensivas, pero la misión no duró mucho.
En este marco, ha puesto de relieve que se dio cuenta de que la opción más segura era la rendición, ya que se sentía muy abandonado en su punto de defensa.
Desde el inicio de la operación militar especial rusa en Ucrania, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha llamado a los militares ucranianos a deponer las armas asegurando que, en este caso, se les garantiza la vida, ya que, según el Kremlin, el objetivo de la misión rusa en Ucrania es “proteger a las personas que han sido objeto de abusos y genocidio por parte del régimen de Kiev durante ocho años”.
“El presidente [ruso, Vladimir Putin] lo dejó muy claro: los civiles pueden salir e irse donde quieran. Los combatientes deben deponer las armas para marcharse”, subrayó el 28 de abril el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, en torno a la difícil situación humanitaria que atraviesa Ucrania.
Esto, mientras que el rotativo británico The Guardian informó el 13 de abril, citando al Ministerio ruso de Defensa, que antes de la liberación de la ciudad portuaria de Mariúpol (sureste) de manos de nacionalistas y extremistas del país, más de 1000 militares ucranianos se rindieron “voluntariamente”.
Confio perfeitamente no militar ucraniano, prisioneiro das forças russas: bem tratado a todos os níveis. Gloriosas Forças Armadas da Rússia. Só desejo que tenham uma estrondosa Vitória, liquidando o NAZISMO-FASCISMO…