La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA) alertó este martes sobre la necesidad de implementar programas de ayuda humanitaria en Somalia, debido a los efectos de una prolongada sequía que repercute en el acceso al agua y los alimentos, provocando altas tasas de desplazamiento de miles de familias.
Al mismo tiempo, el enviado especial de la Presidencia somalí, Abdirahman Warsame, solicitó al organismo multilateral la movilización de fondos financieros para evitar una catástrofe de carácter humanitario y salvar todas las vidas posibles; pues el llamado Cuerno de África lleva cuatro períodos consecutivos de lluvia por debajo de la media.
Expertos gubernamentales del país africano indicaron que 1. 400 millones de dólares serían suficientes para gestionar la crisis, pero de ellos sólo se cuenta con 60 millones; en tanto, datos aportados por la OCHA avalan que de ese monto, 25 millones de dólares podrían destinarse a las comunidades desatendidas, de difícil acceso o con mayor grado de afectación debido a la sequía.
Parts of #HornofAfrica are experiencing 4 consecutive failed rainy seasons, a climatic event not seen in 40 years.
Meteorological & humanitarian agencies are warning of the threat of starvation. We call on donors to urgently step up support.
➡️ https://t.co/dKfXVOnEmw pic.twitter.com/nUA7OvYXGY
— UN Humanitarian (@UNOCHA) May 31, 2022
Desde el 23 de noviembre pasado, Naciones Unidos se hizo eco de los pronunciamientos del Gobierno Federal, que había declarado una emergencia por sequía, con riesgo del incremento del precio de alimentos, agua y combustible, y de fallecimientos masivos debido a la hambruna.
La ONU también asegura que la severa sequía es consecuencia de prolongadas décadas de conflictos armados, inseguridad y tensiones políticas, que ha obligado a los somalíes a protagonizar escenarios de desplazamientos internos y solicitar ayudas para sobrevivir, principalmente en el centro y sur del territorio.
Actualmente, los brotes de la Covid-19 ocurridos en el país también han contribuido al agravamiento de la crisis, que la convierten en una de las naciones más vulnerables del planeta.
