Los europeos están divididos entre los que quieren que la guerra en Ucrania termine lo antes posible, aunque eso signifique hacer concesiones a Rusia , y otros que creen que Rusia debe ser claramente derrotada y castigada.
Según una encuesta publicada el miércoles por el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores en Berlín, una mayoría relativa del 35 por ciento de los europeos quiere un acuerdo de paz negociado con Rusia lo antes posible, mientras que el 22 por ciento de los encuestados cree que la guerra debe continuar y el Occidente debe abstenerse de ofrecer a Rusia concesiones.
La encuesta encuestó a residentes en 10 países europeos, incluidos el Reino Unido, Finlandia, Francia, Polonia, Alemania, Italia, Portugal, Rumania, España y Suecia a mediados de mayo, tres meses después de que estallara la guerra.
Los encuestados que quieren la paz lo antes posible son mayoría en todos los países excepto Polonia, e insisten en que la guerra debe terminar incluso si Ucrania tiene que hacer concesiones territoriales a Rusia. Los italianos son los menos preocupados por las represalias para Rusia, con el 52 por ciento de los encuestados que solo quieren el fin del conflicto que ha desestabilizado la economía europea y empeorado la crisis del costo de vida. En contraste, solo el 16 por ciento de ellos vería continuar la guerra.
Una historia similar se puede ver en Alemania, donde el 49 por ciento quiere la paz en comparación con el 16 por ciento que respalda la continuación de la guerra . Le sigue Rumania con un swing de 42:23, Francia con 41% y Suecia con 38%.
En España, el 35% quiere también una solución negociada e inmediata con Rusia y solamente el 15% de la población apuesta por la escalada belicista del gobierno de Pedro Sánchez.
En contraste, el 41 por ciento de los polacos quiere que Rusia sea derrotada y castigada y solo el 16 por ciento apoya un acuerdo de paz negociado. A los ojos de la mayoría de los europeos, hay un instigador claro para el estallido de la guerra, con el 73 por ciento de todos los encuestados culpando a Rusia, mientras que el 15 por ciento cree que la culpa recae en Ucrania, la Unión Europea y los Estados Unidos.
La cuestión de quién es el principal obstáculo para la paz tampoco divide particularmente a los europeos. También en este caso apuntan a Rusia (64 por ciento), pero en el caso de los italianos, la tasa es solo del 39 por ciento, mientras que el 35 por ciento culpa a Ucrania y Occidente.
Cuando se les preguntó si la guerra debería conducir a la ruptura de los lazos con Rusia, el 50 por ciento de los que se llaman a sí mismos pro-paz terminarían todos los lazos económicos, el 42 por ciento todos los lazos culturales y el 40 por ciento todos los lazos diplomáticos con Moscú.
No sorprende que el 82 por ciento de los partidarios de la guerra prohibiera las importaciones de petróleo ruso a la Unión Europea, el 81 por ciento suministraría a Ucrania armas adicionales y el 52 por ciento enviaría tropas de la UE para defender Ucrania.
En el caso de los partidos a favor de la paz, el 52 por ciento apoyaría un embargo de petróleo, el 47 por ciento las transferencias de armas a Ucrania y solo el 24 por ciento el despliegue de tropas.
En cuanto a los efectos a largo plazo de la guerra, el 61 por ciento teme un fuerte aumento en el precio de la vivienda y los precios de la energía, y la misma proporción de encuestados está preocupada por el uso de armas nucleares por parte de Rusia. La tercera amenaza de preocupación es el uso de armas químicas por parte de los rusos (46 por ciento). Los encuestados (58 %) consideran que reducir la dependencia energética de Rusia es más importante que cumplir los objetivos climáticos (26 %).
A lo que puede dar lugar un continuo lavado de cerebro además de un enorme desconocimiento de la historia europea.