La ANP agrupa a las confederaciones Nacional Agraria (CNA) y gremios de productores, junto a la Confederación General de Trabajadores (CGTP) y organizaciones políticas como el Movimiento Nuevo Perú y los partidos Comunista Peruano (PCP) y Comunista-Patria Roja (PC-PR), entre otras fuerzas y colectivos ciudadanos.
Flores, también titular de la Central Unitaria de Rondas Campesinas, resaltó el carácter político y social de la protesta de dos jornadas y señaló que las principales demandas de las formaciones integradas en la ANP tienen ese contenido.
Indicó que la protesta demanda la convocatoria a una asamblea constituyente que reemplace a la carta magna neoliberal, el cierre del Congreso golpista y contrario al cambio y una Segunda Reforma Agraria, de apoyo, infraestructura, tecnificación y financiamiento al agro.
El paro, denominado Cívico, Rondero y Popular, rechaza también una ley aprobada por el Parlamento, recuperada de su archivamiento en años anteriores, que plantea organizar comités de autodefensas y armarlos desde el Estado y sectores civiles, lo cual es considerado peligroso y generador de paramilitarismo.
El coordinador de los gremios agrarios, César Guarniz, dijo que su sector busca con el paro atención gubernamental efectiva y oportuna ante la carestía de insumos y servicios para los cultivadores que garantizaron la alimentación del pueblo durante el largo confinamiento por la Covid-19.
En tanto, Flores desmintió versiones de la prensa que con fines de confusión pretenden soslayar al Paro Cívico, Rondero y Popular y presentar la protesta como solo campesina y sumada a la paralización de los transportistas, en su mayoría pequeños propietarios.
“Nuestro paro fue organizado con mucha anterioridad y realizamos un paro preventivo pacífico en abril pasado, en el que se infiltraron algunos transportistas que generaron violencia y vandalismo”, dijo.
