Estados Unidos y Corea del Sur han ofrecido asistencia humanitaria a Corea del Norte desde el inicio de la pandemia a nivel global, principalmente desde que Pyongyang reconociera, el pasado 12 de mayo, su primer caso de la COVID-19 y calificara la situación del país de una “grave emergencia nacional”.
En este marco, mediante un comunicado emitido este jueves, el Ministerio de Asuntos Exteriores norcoreano ha dejado claro que Washington, con sus ofertas de asistencia humanitaria, tiene “un propósito político nauseabundo”.
Según ha denunciado la Cartera norcoreana, EE.UU. y sus aliados lanzan campañas de desinformación en su contra, aduciendo que Pyongyang se encuentra en una crisis humanitaria debido al prolongado cierre de su frontera, con el fin de engañar a la opinión pública.
Por otro lado, ha afirmado que el país norteamericano está tratando de evadir las críticas de la comunidad internacional al hablar de una asistencia humanitaria mientras que, en realidad, intenta aislar y exprimir a Corea del Norte “hasta la muerte”.
De hecho, ha manifestado que EE.UU. y Occidente “deberían preocuparse” sobre su propia situación interna, dado que según ha precisado están sufriendo el mayor número de infectados y muertes por el virus.
Poco después de que se confirmaran los primeros casos de COVID-19, el líder norcoreano, Kim Jong-un, anunció una batalla total para abordar la propagación del virus durante una reunión de emergencia.
Corea del Norte ha rechazado la ayuda del Occidente para suministrar vacunas, puesto que duda de la buena voluntad de la contraparte. Paralelamente, el país asiático ha reportado avances significativos en desarrollar su propia vacuna contra el nuevo coronavirus, además, dice que puede mantener el virus bajo control con el cierre de fronteras.