La mayor parte de las muertes, 12, ocurrieron en la localidad de Kalumba, cerca de la frontera con Mauritania donde la operación de supuestos miembros de grupos islamistas causaron además tres víctimas fatales entre los trabajadores de una carretera.
La otra operación se registró en Sokolo, centro de este país africano sin costas, con balance de seis muertos y 25 heridos, cinco de ellos grave, lo que da una idea de la ferocidad de los combates.
El parte reivindica 48 muertos entre los atacantes además de la destrucción de tres vehículos todoterreno, el tipo favorecido por los islamistas para sus acciones; de ese total 15 fueron contados en Sokolo.
La tercera operación, nocturna, contra una base militar en Mopti (centro) terminó sin bajas de ninguna de las partes, según la información oficial, carente de confirmación independiente.
Todos los indicios apuntan a que los insurgentes están empeñados en una estrategia para acercarse a esta capital, sobre todo después que el fin de semana pasado un comando suicida atacó una estratégica base cerca de esta capital, cuyos resultados no fueron difundidos.
La erupción de acciones por los grupos armados islamistas coincide con una incrementada actividad del Ejército diseñada para empujar a los grupos insurgentes hacia el norte.