El ministro de Economía de Italia, Daniele Franco, pronostica que el costo anual de las importaciones de energía en su país se duplicará a 100.000 millones de euros, según declaró el sábado en el Foro Ambrosetti, que se celebra estos días en la ciudad de Cernobbio, informa Reuters.
Roma no puede seguir gastando indefinidamente para amortiguar el golpe que el encarecimiento asesta a la economía, advirtió el ministro y añadió que la alta deuda de Italia reduce su margen de maniobra en el futuro.
El costo neto de las importaciones italianas de energía rondó los 43.000 millones de euros en 2021, mientras que este año se prevé un aumento de casi 60.000 millones, lo que representará aproximadamente el 3 % del PIB. Este incremento en el gasto pondría fin al superávit neto en el comercio con el resto del mundo que Italia registró en los últimos años, estimó Franco.
«Estamos transfiriendo al exterior una parte importante de nuestro poder adquisitivo», lamentó, algo que es inevitable tomando en cuenta que Italia depende de las importaciones en casi el 75 % de su consumo de energía. A principios de este año, el país importaba desde Rusia el 40 % del gas que consumía, pero está reorientando sus importaciones y para julio esta cifra se redujo al 25 %.
A finales de julio, los países miembros de la Unión Europea acordaron un plan para reducir su consumo de gas en un 15 % durante los próximos meses. El objetivo de esta medida es aumentar la seguridad energética del bloque ahorrando gas para la llegada del invierno.