Londres, 7 sep (Prensa Latina).— El grupo pacifista británico Stop the War advirtió hoy que la nueva primera ministra británica, Liz Truss, podría contribuir a escalar las tensiones internacionales de mantener la retórica militarista de sus tiempos de canciller.
Aunque celebramos la salida de Boris Johnson, es imposible ser positivos sobre las perspectivas para la paz con Liz Truss, afirmó la organización no gubernamental en un comunicado remitido a Prensa Latina.
El texto recuerda que como jefa de la diplomacia británica, Truss se dedicó en 2022 a lanzar amenazas contra Rusia y China, mientras prometía incrementar los gastos militares, a pesar de que el Reino Unido atraviesa por la peor crisis del costo de la vida de las últimas décadas.
Al respecto, Stop the War señaló que la flamante gobernante dijo que reducirá los impuestos, pero pretende destinar el tres por ciento del Producto Interno Bruto a reforzar el presupuesto de defensa.
Según el grupo pacifista, ese sería el mayor gasto de ´defensa´ que haría el Reino Unido desde los tiempos de la carrera armamentista impulsada por la guerra fría de los años 50 del siglo pasado.
(Truss) es un peligro interno y externo, sentenció Stop the War, tras apuntar que la volátil situación internacional requiere de un primer ministro que busque reducir las tensiones en todo el mundo, y en particular en Ucrania.
La Campaña por el Desarme Nuclear (CND) también envió una carta a la nueva gobernante británica en la que la exhorta a dejar a un lado la retórica “entusiasta” que mostró durante la contienda electoral, y enfrentar las principales amenazas para el planeta.
Tras recordarle que durante el mandato de Johnson se incrementó el arsenal nuclear británico y se alimentaron las llamas de la guerra en Ucrania, la misiva pide a la primera ministra retomar los valores pacifistas que le inculcaron sus padres, y que abandonó cuando se pasó al conservadurismo.
Durante el tiempo que se desempeñó como canciller, Truss hizo méritos para ser considerada como el nuevo halcón de la política exterior británica.
Ahora que se mudó al número 10 de Downing Street con el apoyo del 57 por ciento de los 170 mil conservadores que votaron en el concurso de liderazgo, la prensa local comenzó a llamarla la nueva Dama de Hierro, debido a su admiración manifiesta por Margaret Thatcher.