Puerto Príncipe.— Miles de personas protestaron ayer en esta capital y otras ciudades de Haití ante la creciente crisis económica, inflación, pobreza y desabastecimiento de combustibles, mientras pedían la renuncia del primer ministro, Ariel Henry.
En Puerto Príncipe quienes se movilizaron recorrieron Delmas y Petion Ville pero no pudieron acceder a las inmediaciones de la residencia del jefe de Gobierno, quien viajó este miércoles a Florida, Estados Unidos, para reunirse con empresarios.
“La situación es cada vez peor, Henry tiene que irse. La vida es muy cara y es su culpa”, dijo a Prensa Latina uno de los manifestantes frente al hotel Oasis, mientras preparaba una barricada de neumáticos y otros objetos.
También criticaron el incremento casi descontrolado de insumos esenciales como alimentos o combustible como consecuencia de la devaluación de la moneda nacional frente al dólar y la inseguridad provocada por las pandillas.
Mientras la Policía disparaba salvas y balas reales para dispersar la protesta, algunos ciudadanos lanzaban piedras al compás de coros como ¡Vete Ariel!
En otras ciudades como Sant Marc, Hinche, Jeremie o Petit Goave denunciaron la falta de disponibilidad de hidrocarburos en las gasolineras y sus altos costos en el mercado informal, además del deterioro de la seguridad.
Varias plataformas sindicales, sociales y políticas anunciaron que las protestas continuarán en los próximos días y pidieron acciones urgentes del Gobierno ante la persistente crisis generalizada.
Esta semana el Instituto Haitiano de Estadísticas confirmó que la inflación superó el 30 por ciento, una de las peores tasas de la última década, y el precio de los alimentos aumentó casi un cuatro por ciento de junio a julio.
Ante este escenario el jefe de Gobierno anunció que aplicaría medidas de apaciguamiento social y prometió que “en un plazo muy breve” los combustibles estarán disponibles para la población.