Un grupo de manifestantes que respalda la acción militar ocurrida el viernes que acabó con el gobierno del coronel Paul-Henri Samaogo Damiba, asaltó el sábado con palos y piedras a la representación diplomática gala en la capital burkinesa y tras un fallido intento de penetrar al recinto, la multitud prendió fuego a la fachada.
El ataque a la legación gala y un similar incidente ocurrido la misma jornada en la sede del Instituto Francés de Bobo-Dioulasso en la segunda ciudad más importante de Burkina Faso, tuvieron lugar después de que la cúpula militar que se ha hecho con el poder en el país africano acusara a París de alojar al derrocado presidente, el teniente coronel Paul-Henri Samaogo Damiba, en una base militar francesa a las afueras de la capital.
Los militares, encabezados por el capitán Ibrahim Traoré quien se autoproclama presidente del país, advirtieron el sábado en televisión que Damiba estaba preparando “una contraofensiva” desde la base militar gala Kamboinsin, situada a las afueras de Uagadugú, para retomar el poder.
¿Qué dice Francia?
Por su parte, el Ministerio de Exteriores francés y la embajada del país galo en Uagadugú rechazaron cualquier implicación en los acontecimientos vividos en Burkina Faso, así como las acusaciones de que París protegía al derrocado presidente.
“Francia desmiente formalmente toda implicación en los eventos en curso […] en Burkina Faso. La base donde se encuentran las fuerzas francesas no ha acogido jamás a Paul-Henri Sandaogo Damiba, ni tampoco nuestra embajada”, reza un comunicado emitido por la Cancillería gala.
Damiba, a su vez, desmintió que hubiera buscado refugio en la base militar francesa y vinculó toda esa “información falsa” con los intentos para destruir su imagen y “manipular a la población”. Asimismo, instó a Traoré a que “entre en razón para evitar una guerra fratricida”.
¿Qué está sucediendo ahí?
El golpe de Estado ocurrido el viernes que derrocó a Damiba por su “gestión caótica” en seguridad, es la segunda asonada militar ocurrida en ocho meses que sufre Burkina Faso. Damiba llegó al poder tras derrocar al expresidente Roch Kaboré.
Los ataques a la embajada francesa se produjeron en momentos en los que se están creciendo los sentimientos antifranceses en los países africanos donde Francia tiene una presencia militar para la llamada misión antiterrorista. En febrero, París anunció la retirada de las tropas francesa de Malí, país que acusa a París de entrenar a grupos terroristas activos allí.
Toda la zona del sur del Sáhara la tenía Francia bien agarrada desde que manipuló las independencias y en los 60 y descabezó los movimientos populares. Llegó incluso al asesinato de los más peligrosos para sus intereses, como el capitán Tomás Sankara o el coronel Gaddafi.
Pero ahora están viendo los africanos cómo la guerra de Ucrania ha puesto fin al mundo unipolar, y cómo se pueden los pueblos escapar de las garras del imperialismo atlantista y le están plantando cara a la ocupación francesa por camuflada que se presente. Mali, Burkina Faso, y más que vendrán. El cuento de Boko Haram ya no camela a nadie.