Millones de iraníes salieron a las calles de todo el país para condenar los actos de vandalismo y la profanación de las santidades islámicas por parte de los alborotadores en los últimos días, después de que estallaran violentas protestas callejeras en varias ciudades iraníes por la muerte de una mujer joven, que falleció en el hospital días después de colapsar en una comisaría de la capital, Teherán.
Mientras tanto, algunos cientos o miles de iraníes, que salieron a las calles para protestar por un vago incidente, fueron explotados por las agencias de espionaje y medios extranjeros para atacar a la República Islámica.
La policía iraní se ocupó de manera decisiva de los alborotadores y vándalos que participaron en un plan planificado para socavar la paz y la seguridad en Irán, permitiendo que los manifestantes pacíficos expresaran sus opiniones.
Sin embargo, los medios de comunicación extranjeros distorsionaron la imagen de los incidentes iraníes y mostraron a los vándalos como “luchadores por la libertad” que merecen un apoyo internacional.
El secretario general de Hezbolá, Sayyed Hasan Nasralá, enfatizó que los incidentes en Irán tuvieron como objetivo atacar a la República Islámica y agregó que cuando millones de iraníes salieron a las calles en apoyo de la República Islámica, los medios internacionales recurrieron al silencio y expresaron su frustración.
Mientras tanto, los medios de comunicación extranjeros ignoran todos los casos de represión y opresión en los países occidentales, donde los policías atacan violentamente a los manifestantes y presentan a los causantes de disturbios como “infractores de la ley” que deben ser severamente castigados.
El siguiente vídeo muestra a la policía francesa agrediendo violentamente a los manifestantes en París que se manifestaban contra la subida de precios.
La policia haciendo trabajo de jardinería.
Es lo que tiene estar en la era del eufemismo, de los “daños colaterales”, de las “bombas inteligentes”, de las “operaciones humanitarias”, de la ley del embudo, del “nosotros somos los buenos y los demás los malos”, de los “jardines” y las “junglas”, de que las “democracias” defiendan a los que causaron 50 millones de muertes en Europa y muchos más en Asia.
Es lo que tiene que Europa sea el lacayo de EE.UU.