Los altos cargos militares de China prometieron mantenerse en alerta máxima mientras el país enfrenta una creciente confrontación con EE.UU. Los comentarios tuvieron lugar durante los debates que se celebraron en el marco del XX Congreso del Partido Comunista (PCC).
En la reunión, el ministro de Defensa del país, general Wei Fenghe, indicó que China se estaba enfrentando a «condiciones de seguridad nacional severas y graves» y apoyó las palabras del presidente chino, Xi Jinping, sobre la necesidad de «fortalecer las fuerzas armadas y mejorar su capacidad para ganar», informaron los medios locales este miércoles.
«Los militares deben mantener un alto grado de vigilancia, prepararse siempre para la guerra y defender resueltamente la soberanía, la seguridad y los intereses de desarrollo del país», dijo.
A su vez, Li Zuocheng, jefe del Estado Conjunto del Consejo Central Militar, sostuvo que las fuerzas armadas necesitan mejorar la preparación para el combate, así como también su equipamiento militar, mientras otro delegado militar, Lin Lijun, afirmó que el país asiático debe «continuar promoviendo el entrenamiento en combate real, seguir de cerca la evolución de los patrones de guerra, estudiar estrategias para controlar y derrotar al enemigo».
Por su parte, el delegado Li Mingguo sostuvo que Pekín debe de, entre otras medidas, concentrar sus «esfuerzos para mejorar las habilidades de mando de combate conjunto».
Las tensiones entre Pekín y Washington se intensificaron tras la visita a Taipéi (Taiwán) de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, en agosto pasado. En respuesta, China inició una serie de ejercicios militares «sin precedentes» por su gran escala, así como actividades de entrenamiento, incluidos simulacros con fuego real, en el espacio marítimo y aéreo de seis zonas alrededor de la isla.
