Cinco policías del estado Connecticut, noreste de EE.UU., han sido acusados de delitos menores por el trato que dieron a un hombre negro después de que quedó paralizado del pecho hacia abajo en la parte trasera de una camioneta de la policía que frenó de repente. Los cinco policías de New Haven fueron acusados de poner en peligro imprudentemente y crueldad a las personas en segundo grado.
El afroamericano, Richard ‘Randy’ Cox, de 36 años, estaba siendo conducido a una estación de policía de New Haven el 19 de junio para ser procesado por un cargo de armas cuando el conductor frenó con fuerza, aparentemente para evitar una colisión, lo que provocó que Cox volara de cabeza contra la pared de la camioneta, informó este lunes la policía estadounidense.
Mientras Cox suplicaba ayuda, diciendo que no podía moverse, algunos de los oficiales se burlaron de él y lo acusaron de estar borracho y fingir sus heridas. Luego, los oficiales lo arrastraron por los pies fuera de la camioneta y lo colocaron en una celda de detención antes de su eventual traslado a un hospital.
Five Connecticut police officers were charged with misdemeanors Monday over their treatment of a 36-year-old Randy Cox after he was paralyzed from the chest down in the back of a police van.https://t.co/kn3tnQVKqb
— ABC 33/40 News (@abc3340) November 28, 2022
La brutalidad de la Policía de EE.UU., que es la sexta causa de muerte entre los jóvenes afrodescendientes, ha suscitado críticas de diversas organizaciones de derechos civiles. Los detractores señalan que los cimientos del racismo son inherentes al sistema político del país.