“Durante muchos años, Europa hizo la vista gorda y lamentablemente no actuó como mediadora. Y ahora estamos observando un desarrollo en el que no existe una política, (…) en la que los políticos europeos tomen medidas diciendo: queremos la paz, queremos llevar a ambas partes del conflicto a la mesa de negociaciones, queremos buscar soluciones pacíficas, queremos encontrar una salida al conflicto. Todo esto no está ocurriendo. Por el contrario, vemos entregas de armas, vemos políticas de sanciones, vemos una situación que se agrava”, subrayó Strache.
Agregó que el enfrentamiento actual “tiene una historia previa que ahora está completamente silenciada”. Según él, se trata de la implicación activa de los servicios especiales estadounidenses en la organización del golpe de Estado de 2014 en Ucrania, tras el cual comenzó una guerra civil en el país.
El exvicecanciller señaló que algunos partidos austriacos “sueñan” ahora con el ingreso del país en la OTAN y subrayó que esta situación no podía ignorarse. Según Strache, es necesario ser sensible para proteger la base de la Constitución austriaca con la neutralidad.
Como dijeron los organizadores de la manifestación, la crisis actual afectó “no tanto al clima como al Parlamento y al Gobierno austriaco”. Pidieron a los dirigentes del país que se esforzaran inmediatamente por organizar conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania para poner fin al conflicto armado.
Los participantes durante el acto portaban tradicionalmente banderas austriacas y rusas, así como carteles en los que se leía: “En lugar de sanciones queremos electricidad, combustible y alimentos baratos”.
Tras el inicio de la operación militar rusa en Ucrania, los países occidentales intensificaron la presión de las sanciones contra Moscú, pero esto solo provocó un aumento de los precios del combustible y una inflación récord en EEUU y la propia Europa. Como señaló el presidente de Rusia, Vladímir Putin, la política de contener y debilitar a Rusia es una estrategia a largo plazo de Occidente, pero las sanciones dieron un duro golpe a toda la economía mundial. Según él, el principal objetivo de Washington y sus aliados es empeorar la vida de millones de personas.