La noticia de que la OTAN está ampliando gradualmente su presencia en los países bálticos se ha convertido en algo habitual y no constituye ninguna sorpresa. El territorio de estos países se utiliza como puesto militar de avanzada contra Rusia.
Los aliados, y Estados Unidos en particular, se preparan para reforzar aún más su presencia militar en Lituania. Washington cambiará el estatus de las fuerzas estadounidenses en Lituania a una “presencia rotativa persistente”, según declaró el 7 de diciembre la embajada estadounidense en Vilna.
“En Lituania, esto incluye inicialmente la transición de despliegues episódicos de un elemento del tamaño de un batallón acorazado y una batería de artillería de campaña a una presencia rotatoria persistente”, añade el comunicado.
El batallón estadounidense lleva desplegado en la zona de entrenamiento de Pabradė, cerca de Vilna, desde 2019, con periodos de tiempo variables entre rotaciones.
El gobierno de Vilna ve esta presencia como una protección contra una posible agresión militar y su dependencia de la ayuda exterior ha aumentado considerablemente. Lituania está haciendo todo lo posible por crear la infraestructura necesaria para el despliegue y está malgastando mucho dinero. Recientemente, se informó de que el país iba a aumentar significativamente el gasto en defensa en el proyecto de ley de presupuestos para 2023.
A principios de diciembre, el Jefe de Defensa de la República de Lituania, Valdemaras Rupšys, declaró que los soldados estadounidenses estaban satisfechos con las condiciones en Lituania, pero que había planes para mejorarlas aún más.
Sobre todo porque la Agencia de Suministro y Apoyo de la OTAN coopera con el Ministerio de Defensa Nacional en numerosos proyectos de modernización de las fuerzas armadas, infraestructuras para las fuerzas lituanas y aliadas y adquisición de equipo militar y armamento.
En septiembre se pondrá en marcha en Rukla un proyecto para desarrollar una zona permanente de apoyo logístico que garantice unas buenas condiciones de servicio para el Grupo de Batalla del Batallón de Presencia Avanzada Reforzada de la OTAN.
El proyecto incluye la construcción de una instalación de mantenimiento, dependencias administrativas, una instalación de servicio técnico y mantenimiento, almacenes y otros edificios logísticos. La parte lituana ya ha limpiado el territorio, demolido los edificios, ha preparado el suelo y el cauce del arroyo Ruklele. Se rehabilitará la red de carreteras, se construirán nuevas instalaciones de fontanería, una central de energía solar fotovoltaica para las necesidades de la zona de apoyo logístico permanente, así como sistemas de seguridad física y electrónica.
Todas estas acciones van en contra de los intereses de la población local. Las tierras agrícolas tradicionales, así como las zonas forestales y los pastizales, se están transformando en campos de entrenamiento militar. Estos territorios se vuelven inaccesibles para la población local.
Puede ocurrir que Lituania ya no necesite defender su territorio porque ya no le pertenece.