La primera visita al exterior del actor-presidente de Ucrania desde que comenzará el conflicto, no podía ser a otro lugar que no fuera EE.UU. Para eso es la cabeza del Imperio y el gran hostigador y, por tanto, beneficiado del conflicto. La venta a Europa de gas, de armas a la OTAN y las empresas mercenarias, junto a los créditos financieros a Ucrania, describen un panorama que sirven para entender el papel que juega EE.UU. La U.E aparece en este contexto -y una vez mas- como mera comparsa que paga la ronda para que los de Biden intenten levantar a su costa el dólar y la economía. Zelenski, como obediente lacayo que es, se paseará por la Casa Blanca con aires de la estrella de Hollywood que quiso ser y que sigue interpretando. Tiene la certeza que nadie le recordará los bombardeos de Ucrania al Donbass desde 2014, ni los nazis incrustados en el ejército – gobierno de Kiev, ni la prohibición de los partidos políticos….al fin y al cabo, el trabajo mediático previo a la visita se viene haciendo desde hace mucho tiempo.
Una visita que lo explica todo claro y rápido: Zelenski llega a EE.UU.
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Desde hace mucho tiempo, como desde la capitulación de Alemania y Japón. Se vienen fabricando convicciones para consumo y opinión de las masas al gusto del imperialismo. Son persuasiones absolutamente irreflexivas pero muy afianzadas, como que los nazis eran unos alemanes antiguos que perseguían a los judíos o que el comunismo es un fracaso y comunista un insulto. Por eso se permiten el lujo de decir que Zelenski no es un nazi porque es judío. O la discapacitada de la Ayuso decir que Pedro Sánchez es comunista. (A esa Stalin tenía que salirle por las noches y darle un tirón del dedo gordo).