Paco Montllor Salens.— Para nada nos referimos a la realidad informativa china. Hablamos de España, del lugar donde escuchamos la radio y leemos la prensa y, donde cualquier mente crítica, no debería tardar ni un minuto en darse cuenta que todo lo que nos dicen es pura propaganda con un profundo tufo anticomunista.
Hace unas semanas era la denuncia de la insoportable situación que padecía la población, por la llamada política de Covid 0 desarrollada por las autoridades chinas. Represión, control social, paralización de la producción, interrupción de la cadena de suministro…eran términos que repetían a toda hora, pero ni una palabra de los millones de vidas salvadas por una decisión que, por encima de cualquier otra consideración, anteponía el cuidado de las personas y la defensa de la vida como valor absolutamente prioritario.
Ahora, tras la modificación por el gobierno chino de las pautas sociales para enfrentar la pandemia, hay un cierto repunte de casos de Covid19 y todo es alarmar sobre la situación en China. En portadas de diarios y en las cabeceras de todos los noticieros, volvemos a oír hablar machaconamente de «virus chino» y del riesgo para la salud pública mundial de la situación de «emergencia sanitaria» que vive China.
Solo informaciones provenientes de «expertos sanitarios» y fuentes «independientes» que hablan de colapso sanitario y morgues saturadas sin aportar ningún dato concreto. Alarma y miedo que, sin ningún pudor ético, ni rigor informativo, olvida la situación vivida no hace tantos meses en Madrid, Nueva York, Manaos, Bombay o Guayaquil.
Informaciones sin contrastar que insultan la inteligencia y, como la ofrecida el 30 de diciembre por la SER, alertan que, según un «prestigioso experto» del que no aportan nombre, ni currículum, en los próximos meses China podría alcanzar el número de fallecidos en EE.UU.
Una información sin base que, por lo demás, desconsidera totalmente el dato de los más de 1.412 millones de habitantes de China, frente a los 332 de EE.UU. Una proporción de 23 a 100 que hoy, en números absolutos, elevaría el número de fallecidos en China a 4.750.000 frente a los 16.876 reportados al 28 de diciembre por la OMS según fuentes del Ministerio de Sanidad del Reino de España (http://www.datosmacro.com/)
En resumen, las políticas adoptadas en China, le han salvado la vida a más de 4.730.000 personas, sin que, al parecer, ese dato sea relevante, no solo para ningún medio de propaganda occidental que se le presupone absoluta parcialidad por el accionariado que determina su línea editorial, sino tampoco por ningún mercenario de la palabra y la pluma que militan a sueldo de sus amos repitiendo lo que les obligan a repetir cada día.
Es vergonzoso que se hable de libertad de prensa y de información en el capitalismo donde la concentración de la propiedad de los medios en unas pocas manos es creciente y desvergonzada.
Es indignante que los adalides de la «libertad» que pedían a China levantar con carácter de urgencia todas las medidas sanitarias preventivas, se echen ahora las manos a la cabeza y exigen limitar la libre circulación de personas con origen o destino a ese país. No hay ningún dato que justifique la medida, es solo propaganda de guerra.
Guerra comercial, ideológica, económica y diplomática que forma parte del cerco global -militar incluido- que los EE.UU y la OTAN desarrollan contra la soberana Nación China.
Basta ya de mercenarios de la palabra.
La salud pública exige información y no propaganda