El vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Popular Democrática de Corea hizo pública el día 2 una declaración que sigue:
Llega al extremo la situación político-militar de la Península Coreana y su contorno debido a la imprudente confrontación militar y acto hostil de EE.UU. y sus fuerzas seguidoras.
El país norteamericano vuelve a difundir rumores de toda índole para “satanizar” a la RPDC, por una parte y por la otra, recrudece junto con sus fuerzas satélites la ofensiva de presión a la RPDC en todas las esferas como el “DDHH”, la sanción y el militar.
En particular, EE.UU. intenta encender la mecha de confrontación total con la RPDC, al desarrollar desde febrero junto con el Sur de Corea los ejercicios conjuntos cuyo tamaño y esfera son considerablemente ampliados, como “ejercicios para hacer uso de los medios del disuasivo ampliado” que supone el uso de armas nucleares, los ejercicios al aire libre de movilidad y tiro de bala, etc.
El 31 de enero, durante su viaje al Sur de Corea, el secretario de Defensa norteamericano parloteó sin titubeo el uso de armas nucleares contra nuestro Estado y publicó abiertamente que desplegará mucho más propiedades estratégicas como los cazabombarderos tipo Stealth de 5ª generación y el portaaviones nuclear.
El hecho muestra de modo intensivo la intención más peligrosa de EE.UU. de convertir la Península Coreana en un gran polvorín de guerra y una zona de guerra más candente.
Ante la brutal política hostil de EE.UU. a la RPDC y sus maniobras militares, cada día más recrudescentes, el MINREX de la RPDC vuelve a exponer la posición de principios sobre EE.UU.
Primero, la RPDC hará frente más superduro a cualquier intención militar de EE.UU. según el principio de “responder al arma nuclear con el mismo y al enfrenamiento frontal con el mismo”.
La RPDC no reacciona a cada movimiento anormal de EE.UU. que libra bajo rótulo de “ofrecer el disuasivo de expansión” y de “fortalecer la alianza”, lo que no significa nuestra desatención al respecto.
Sabemos bien la intención verdadera de EE.UU.
La RPDC ya tiene la clara estrategia de oposición a los cualesquier guiones de corto y largo plazo, planeados por el EE.UU. y sus satélites, y controlará los desafíos potenciales del presente y futuro con las fuerzas nucleares más preponderantes.
Si EE.UU. sigue ubicando las armas estratégicas en la Península Coreana y sus contornos, la RPDC emprenderá sin falta las actividades correspondientes para detenerlo según sus caracteres.
Segundo, la RPDC no tiene ningún interés en cualquier contacto y diálogo con EE.UU., mientras que este país recurre a la política hostil y la línea conflictiva.
EE.UU. trata de ganar el tiempo, hablando cerca del diálogo con la RPDC al esconder su voluntad hostil a la RPDC.
La situación peligrosa de la Península Coreana y sus contornos se debe enteramente a la política hostil de EE.UU. que nos impone el desarme unilateral mediante la sanción y presión militar y recurre a la expansión militar de las fuerzas aliadas.
La historia de confrontación RPDC-EE.UU., que duró varias décadas, enseña que hay que enfrentar solo con la fuerza al imperialismo norteamericano que abriga una ilusión de desarme y derrumbe de nuestro régimen al tomar el “fin” de nuestro Estado como la meta de política estatal.
Será bumerang la amenaza más peligrosa que impone EE.UU. a la RPDC.
La RPDC defenderá con responsabilidad la paz y seguridad de la Península Coreana y su contorno apoyando al poderoso disuasivo, hasta cuando se eliminen totalmente la política hostil y la amenaza militar de EE.UU. y sus fuerzas satélites. -0-
