“Esta desobediencia civil es en respuesta a los crímenes del gabinete extremista y racista del régimen de ocupación contra la nación palestina en Al-Quds (Jerusalén) y el resto de los territorios ocupados, especialmente por las medidas agresivas, la represión, la tortura, la opresión y la humillación diaria de los palestinos en el campamento de Shufat”, se lee en un comunicado publicado la madrugada de este domingo por las Fuerzas Palestinas Nacionales e Islámicas.
La medida, respaldada también por el movimiento juvenil del campo de refugiados de Shufat (o Shuafat), ubicado en la parte oriental de Al-Quds, insta a los trabajadores que se abstengan de asistir a sus lugares de trabajo en los territorios ocupados, y que boicoteen cualquier interacción con el régimen, incluida la realización de transacciones oficiales y el pago de facturas, peajes e impuestos municipales establecidos por la entidad israelí.
Los convocadores han llamado, además, a cerrar la carretera que conduce al puesto de control del campo de Shuafat y a la ciudad cercana de Anata.
Las fuerzas del régimen sionista realizan estrictas inspecciones a los palestinos que quieren cruzar el puesto de control de Shufat para ir al trabajo y a la escuela. En algunos casos, obligan a los palestinos a quitarse la ropa e ir casi desnudos al campamento o a otras zonas de Al-Quds.
El ejército israelí adoptó esta medida ilegal del registro corporal como un castigo colectivo a los palestinos del campamento de Shufat, después de que un oficial de la policía fronteriza israelí recibiera el lunes un impacto de bala accidental en el cuello por el fuego amigo.
Los territorios ocupados palestinos viven una creciente ola de violencia tras la llegada al poder del nuevo gabinete extremista israelí del primer ministro, Benjamín Netanyahu, a finales de diciembre. Al menos 48 palestinos han sido asesinados como consecuencia de la mortífera violencia que ejercen las fuerzas del régimen y los colonos desde principios de 2023.