
“La República Islámica de Irán ha sido y será amigo de los momentos duros y difíciles de la nación y el Gobierno sirios”, ha dicho Hosein Amir Abdolahian a su llegada este jueves a la ciudad portuaria siria de Latakia (oeste), para supervisar las tareas humanitarias en los barrios siniestrados por el devastador terremoto que sacudió el seis de febrero buena parte de Siria y Turquía.
Ha señalado que las unidades de la Media Luna Roja y las del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán se desplazaron a Siria a pocas horas de ocurrir el desastre. “Seguiremos brindando asistencia humanitaria hasta que se supere la crisis”, ha subrayado Amir Abdolahian, al tiempo que ha vuelto a expresar solidaridad con los sirios.
El seísmo de 7,8 grados ha dejado más de 7000 muertos en Siria. Además, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que 10,9 millones de sirios en varias provincias noroccidentales se han visto afectados. Eso mientras, antes del terremoto, Siria ya era el país con el mayor número de desplazados en el mundo.
Irán, que fue entre las primeras naciones que ayudó a Siria tras el sismo, ha urgido el levantamiento inmediato e incondicional de las sanciones injustificadas del Occidente contra Siria y el aumento de la ayuda humanitaria a este país.