El jefe del comité de Leyes Constitucionales de la Cámara Alta acusó a Washington y Bruselas de orquestar un golpe de Estado en Georgia.
Grandes manifestaciones tienen lugar desde el 7 de marzo en la capital georgiana, Tiflis, donde algunos ciudadanos protestaron contra la ley de agentes extranjeros.
“EEUU y la UE, que en sus territorios ponen fuertes restricciones a toda injerencia foránea en los asuntos internos, han decidido organizar un golpe anticonstitucional en Tiflis, en respuesta al intento de Georgia de esclarecer la situación de las numerosas ONG financiadas desde fuera”, publicó Klishas en su cuenta de Telegram.
El senador agregó que un cambio de gobierno se debería busca en las urnas, no mediante “sangrientas revoluciones de colores financiadas por gobiernos extranjeros”.
Un proyecto de ley que el Parlamento de Georgia aprobó en primera lectura el 7 de marzo obligaría a registrarse como “agentes de influencia extranjera” a las ONG, medios de comunicación y otras entidades que reciben al menos el 20% de sus fondos desde el exterior.
La normativa es una versión suave de la Foreign Agents Registration Act (FARA), promulgada en EEUU en 1938 y aun vigente; los detractores alegan, sin pruebas, que es una ley similar a la aprobada en Rusia y que aleja a Georgia de la Unión Europea.
Mediante un paciente trabajo de meses contra la ley en medios escritos y TV, así como en redes sociales, la iniciativa encendió los ánimos en Georgia y dio origen a protestas multitudinarias, con decenas de heridos y detenidos desde el 7 de marzo.
La policía antidisturbios usó gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes congregados en la avenida de Rustaveli, en el centro de Tiflis.
