NAZIS

Publicado:

Noticias populares

Tomás F. Ruiz.— La Alemania nazi fue la principal responsable del estallido de la II Guerra Mundial, un conflicto internacional que duró cerca de seis años y en el que murieron cerca de 60 millones de personas. Bajo el régimen nazi, Alemania invadió Europa y sus tropas arrasaron países enteros bajo la demente justificación de que eran una raza superior y gozaban del privilegio de exterminar a todo aquel que no se le sometiera.

 

La Luftwaffe alemana fue la autora del “blitz” sobre Inglaterra, un bombardeo sistemático que tuvo lugar entre septiembre de 1940 y mayo de 1941. Alemania sembró el pánico entre la consternada y desprotegida población británica con sus reiterativos bombardeos, provocando más de 40.000 bajas civiles en los ocho meses que duró esta devastadora acción bélica.

El Holocausto

Los nazis son igualmente responsables del pavoroso holocausto, aunque ahora pretendan negarlo. En sus campos de exterminio, dotados de hornos para cremaciones masivas, fueron asesinados cerca de seis millones de seres humanos por pertenecer a etnias que los nazis consideraban inferiores.

En abril de 1937, los nazis fueron los autores del bombardero de Guernica (Euskalerría), donde se produjeron cerca de dos millares de víctimas civiles. Los nazis experimentaron en Guernica una nueva y devastadora bomba incendiaria que utilizarían contra los aliados tres años más tarde. Fue una táctica demoledora contra una ciudad indefensa con la que sembraron el terror entre las poblaciones republicanas. El psicópata general Franco fue quien invitó a la Luftwaffe a bombardear esta simbólica población vasca. Cuando la carnicería se hizo pública en la prensa internacional y la indignación se extendió por toda Europa, Franco y Hitler negaron su responsabilidad en el bombardeo de Guernica, culpando de la masacre al propio gobierno republicano. La cobarde mentira se mantuvo en pie durante varios días, provocando consternación y confusión entre los países europeos. Picasso plasmó esta atrocidad en su inmortal obra “Guernica”.

Los nazis mienten sistemáticamente porque no tienen otra forma de mantener su pavorosa ideología: lo hicieron en la guerra civil española, en la II Guerra Mundial y lo siguen haciendo en la guerra de Ucrania. Son los mismos genocidas que provocaron el holocausto, cuyo demente propósito es ahora emulado por el Estado de Israel, con los palestinos como principales víctimas del nuevo exterminio.

La Europa aria

Cuando fueron derrotados al final de la II Guerra Mundial, en mayo de 1945, los nazis que no fueron capturados se escondieron como ratas en las alcantarillas alemanas, se camuflaron entre la población civil y se reorganizaron en formaciones clandestinas como Odessa, desde la que continuaron trabajando en su desalmado propósito de crear una Europa aria. Países como Argentina y España actuaron como cómplices del derrocado Tercer Reichstag, ofreciendo refugio y amparo a los oficiales de la Gestapo y las SS que habían logrado huir de Alemania.

Gracias a la complicidad de varios países, principalmente Estados Unidos -que tras la II Guerra Mundial reclutó a más de un millar y medio de científicos alemanes como docentes para sus academias militares-, las organizaciones clandestinas nazis han logrado sobrevivir hasta nuestros días. Sus militantes suelen ser jóvenes retardados, irresponsables e impulsivos, que odian la libertad y que han convertido la violencia en su demente y repugnante credo político. Se dan a conocer bajo el nombre genérico de “neonazis” y se atrincheran en organizaciones legalizadas en Estados Unidos y en Europa.

Precisamente en la guerra de Ucrania hemos podido ver como muchos soldados ucranianos tienen el cuerpo tatuado con esvásticas y otros símbolos nazis. El presidente Zelenski alienta este tipo de ideología reclutando para sus batallones a violadores, criminales de todo tipo y psicópatas sacados de las cárceles. Estos nauseabundos seres humanos se fotografían sin pudor bajo cruces gamadas, exhiben esvásticas en sus ropas y leen el “Mein Kampf” de Adolf Hitler como catecismo iniciático.

La complicidad de Europa

Gran Bretaña, uno de los países que más hostilidades sufrió por parte de la Alemania nazi en la II Guerra Mundial, parece haber olvidado las masacres de que fueron objeto y es ahora una de las naciones europeas que más armamento envía a los batallones nazi-ucranianos. El presidente norteamericano Joe Biden, en su reciente visita a Kiev, abrazó sin pudor al filo nazi presidente Zelenski y aseguró que su país seguirá apoyando militarmente a Ucrania hasta que recupere su democracia (¿se referirá Joe Biden a la “democracia” que practicaba el Tercer Reich cuando invadió Europa en 1939?).

Alemania por su parte, evocando con orgullo su papel de protagonista principal en las hostilidades de la II Guerra Mundial y dispuesta a apoyar a los partidarios del Tercer Reichstag que gobiernan en Ucrania, hace otro tanto con el envío de tanques Leopard al régimen de Kiev.

La NATO, como organización terrorista que es, se ocupa de azuzar el odio contra Rusia y elaborar la propaganda “goebeliana” con la que enmascarar las acciones de exterminio contra la propia población ucraniana que lleva a cabo su presidente Zelenski: las falsas matanzas de Bucha, la utilización de civiles como escudos humanos y el bombardeo con misiles ucranianos de estaciones ferroviarias propias, son sólo algunas de estas falsas banderas.

Nazis en España

Está equivocado quien piense que los nazis desaparecieron cuando Hitler y sus oficiales más allegados se suicidaron al final de la II Guerra Mundial. Los juicios de Nuremberg, aunque ejemplarizantes, tampoco acabaron con ellos. Desde entonces hasta nuestros días han proliferado en multitud de países.

El rastrero presidente español, Pedro Sánchez, alineándose sin ninguna vergüenza junto a los países cómplices de la NATO, tampoco se ha querido quedar atrás en su apología del nazismo, enviando municiones, granadas, lanza misiles, vehículos militares e incluso artillería semi pesada al Estado nazi-ucraniano. En la España del siglo XXI hay legalizadas varias organizaciones neonazis: Alianza Nacional, Falange española y Devenir Europeo son las más conocidas. La policía española muy ocasionalmente los molesta y los jueces les garantizan la impunidad para cometer todo tipo de tropelías. Sus principales caballos de batalla ahora son la negación del holocausto y la guerra de Ucrania, con Zelensky como nuevo y degenerado fhürer.

Bajo el amparo de formaciones políticas parlamentarias -como Vox- y con el apoyo de las naciones que componen el “mundo libre” de Occidente, los nazis se están reorganizando en Europa y tienen en Ucrania un modelo político bajo el que expandirse. Contando con esta complicidad, los movimientos neonazis se sienten fortalecidos y vuelven a acariciar su demente objetivo de crear un mundo gobernado por la raza aria.

Alimentando a la bestia nazi que crece en Ucrania caminamos de nuevo hacia una era de beligerancia y exterminio que pondrá en peligro la supervivencia de Europa. La peligrosa complicidad que los gobiernos europeos y norteamericanos mantienen con un país cuyo ejército se ha declarado abiertamente pro nazi es para poner los pelos de punta a cualquiera. La internacionalización del conflicto ucraniano, objetivo que persigue la NATO con sus actos de sabotaje terrorista y su manipulación informativa, nos acerca cada vez más hacia una nueva guerra mundial en territorio europeo… Los países que olvidan su historia están condenados a repetirla.

DEJA UN COMENTARIO (si eres fascista, oportunista, revisionista, liberal, maleducado, trol o extraterrestre, no pierdas tiempo; tu mensaje no se publicará)

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Últimas noticias

Movimiento Obrero y dictadura del Capital

En la dictadura del capital, en este periodo, bajo envoltura de democracia formal, son multifásicas formas y son diferentes estructuras orgánicas las que la burguesía domina y maneja con el objetivo de mantener alineada, dominada, o represaliada a la mayoría de la clase obrera.