En el hospital de Ibn al-Nafis en Damasco (capital), los pacientes con enfermedades graves luchan por sobrevivir. Una lucha que cada día se hace más difícil debido a la escasez cada vez más evidente de los medicamentos. El hospital ha formado varios comités con el objetivo de encontrar medicamentos que son vitales para la vida o el tratamiento de los pacientes.
Sin embargo, las sanciones occidentales no solo afectan provisión de medicamentos, sino que años de bloqueo impiden la entrada al país de los repuestos de los equipos médicos.
Estados Unidos y otros países occidentales alegan que sus sanciones no afectan al sector de salud. Sin embargo, los proveedores de medicamentos sirios afirman todo lo contrario.
Hace días, Estados Unidos, el Reino Unido, Alemania y Francia emitieron un comunicado conjunto en ocasión del aniversario 12 de la crisis en Siria, exigiendo a Damasco, cumplir con sus compromisos humanitarios respecto a los sirios. Sin mencionar su propio papel en la crisis y la situación humanitaria que sufre el país.