Se trata de la reacción de Moscú después de que el secretario general de la Alianza militar, defendiera el ingreso de Ucrania al organismo.
Más de un año después del inicio de la guerra en Ucrania, la batalla se concentra en la ciudad de Bajmut.
Ahí, las fuerzas ucranianas han mostrado resistencia a las fuerzas rusas, convirtiendo los enfrentamientos en esta ciudad, los más largos y mortíferos de la guerra. Aun así, Rusia dice estar aumentando la presión.
El Kremlin sigue defendiendo la intervención militar, asegurando que es para garantizar intereses rusos.
El portavoz presidencial, Dmitri Peskov, asegura que la OTAN ve a Rusia como un enemigo, y lamenta la agresividad de la Alianza militar con Moscú.
Sobre todo, después de que el secretario general del organismo, Jens Stoltenberg, asegurara que los estados miembros están a favor de que Ucrania entrara en la OTAN.
El jefe de la OTAN, Stoltenberg, invitó al presidente ucraniano Volodímir Zelenski a la cumbre de la Alianza militar occidental en julio, y enfatizó la necesidad de apoyar la logística del campo de batalla de Ucrania.
Cuando un pueblo no está representado por su estado, cuando sus líderes se divorcian de la obediencia al pueblo, es un país a la deriva.